¡Me ahogo!

¡Nunca pierdas la tabla!
Y sobre todo, por favor, intenta que no te graben en estas situaciones.
Lo que mas me llama la atención es como el hombre no consigue salir de ese infierno mientras que su mujer no para de reírse al mismo tiempo que le graba.
El salvador que evito el ahogamiento de este hombre fue el operario que, por compasión, le dio al botón de stop.
Y es que, aunque para unos chavales de 10 años esto pueda ser un juego de diversión para otros puede llegar a ser un deporte extremo.
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